lunes, 7 de junio de 2010

Crucificado

Clamé a los hombres: "¡QUISIERA SER CRUCIFICADO!"
Y ellos dijeron: "¿Por que ha de caer tu sangre sobre nuestras cabezas?"
Y respondí: "¿De que otra manera seréis exaltados si no crucificáis a los locos?"
Atendieron a mi razón y fui crucificado. Y la crucifixión me apaciguó.
Y cuando estaba suspendido entre el cielo y la tierra alzaron sus cabezas para verme. Y fueron exaltados, porque sus cabezas jamás se habian alzado antes.
Pero mientras me miraban, alguién exclamó: "¿Que es lo que tratas de expiar?"
Y otro grito: "¿Que causa te indujo al sacrificion?"
Y un terceri dijo: "¿Piensas que con este precio vas a comprar la gloria del mundo?"
Luego dijo un cuarto: "¡Mirad cómo sónrie! ¿Puede semejante dolor ser perdonado?"
Y a todos repliqué:
"Solo recordad que sonreí" Nada expio, por nada me sacrifico, ningún deseo de gloria y nada tengo que perdonar. Tenia sed y os pedi mi sangre para beberla. ¿Que otra cosa puede apagar la sed de un loco sino su propia sangre? Yo era mudo y os pedí heridas por bocas. Yo era cautivo de vuestros días y de vuestras noches, y buscaba la puerta para días y noches más largos todavía.
"Y ahora me voy tal como otros crucificados se han ido. Y no penséis que nos duele la crucifixion. Porque debemos ser crucificados por hombres cada vez mas grandes, entre mundos más vastos y cielos más altos".

Gibran Jalil Gibran