martes, 27 de enero de 2009

Breve historia de un amor

Y en aquella habitación obscura acompañados solo del susurro de la noche, el sofisticado olor que despedía el perfume de su cabello desviaba la atención de Onet, que con los ojos fijos en ninguna parte liberaba todo su regocijo acumulado a raíz del encanto que le provocaba aquella mujer con un largo suspiro que sacudía el alma de aquellos lastimosos pesares, la obscuridad cobija sus rostros, solo una pálida luz callejera calma el estremecer de la negra noche, ella espera con ansiedad lo incierto del momento, Onet, sereno, pensante, planeando la estrategia adecuada para abordar la situación, rebuscando de entre sus palabras las mas bellas para ofrecerlas con sinceridad aun cuando descuide su vulnerabilidad, decide no hacer nada, no decir nada, no pensar en nada y dejar que la noche haga su trabajo, la pesadez de los cuerpos exhaustos los obliga a rendirse ante el sueño, solo un beso en los labios y un largo abrazo que pretenden dure toda la noche basto para que ambos no quisieran dejarse jamás, no importaba nada mas aquella noche, las manos tocando el rostro del otro jugaban como hojas al aire, diciendo todo eso que las palabras no pudieron decir...

miércoles, 14 de enero de 2009

Desde este momento no creas nada de lo que te diga

No me gustan las presentaciones, así que no se como empezar.
Un joven camina por la acera sin rumbo aparente, su rostro fatigado no dice mucho, los pasos lentos solo confirman que la prisa puede esperar, veo su caminar, sus pies, sus manos, veo como intenta armonizar todos y cada uno de sus movimientos, el aire jugueteando por entre sus cabellos pareciera que son cómplices, concentrado en sus pasos caminando como si esperara encontrar emoción alguna tirada en la calle, de momento cesa su andar, como si algo lo llamara, se detiene a mirar el reflejo que produce el cristal de un edificio, confundido mira y sigue su camino, al llegar a casa solo piensa en estar solo y provocar el menor ruido para evitar la atención, mal-humorado por la música sucia y prosaica de su vecino que se escucha aun cuando lo dividen los muros, cierra sus ojos e intenta apabullarla con meticulosas notas provenientes de una vieja grabadora, pareciera que la tristeza es su acompañante, y puede que si, sin embargo difícilmente la tristeza viene sola, seguro que en esa habitación hay mas que esa compleja emoción acompañándolo y aconsejándolo para destruir este mundo hipócrita, puesto que salvarlo no es su deber, para eso ya mandaran a otro mas.
Te preguntaras el porque estoy tan seguro de su pensar, pues la respuesta es mas que evidente….

Yo soy Neto.