viernes, 6 de marzo de 2009

No puedo dejar de verte (la chica de plastico)

No puedo dejar de verte,
te paseas entre la gente buscando miradas y suspiros arrebatados,
solo por eso me caes mal,
pero no puedo dejar de verte,
tu cara infectada de sustancias embellecedoras semi-instantáneas solo me hace repudiarte más,
pero no puedo dejar de verte,
temo que te hallas dado cuenta de eso,
temo que nuestras miradas se encuentren,
temo que he caído a tus encantos pre-fabricados.

Te paseas con esa sonrisa falsa tan o mayor que el de una revista, ¿y sabes?, por eso me enfadas,
pero no puedo dejar de verte,
veo que al fin tus ojos disimulan que me miran, eso me halaga,
pero no, según mis valores eso me debe ser indiferente,
pero sabes, no lo es y no puedo dejar de verte,
tu cabello químico multicolor me dice que eres tan falsa como aparentas,
pero no, no puedo dejar de verte,
voy por un café y decido abandonar la habitación,
toda esa gente sobre-halagadora a tu apariencia me enferma,
pero aun es mas enfermo que empiece a caer en tus encantos plásticos.

El café de hospital es tan insípido como la misma comida de enfermo,
regreso y ya no estas,
me acerco a la ventanilla y la enfermera agotada y sobre-explotada
me grita con voz aguda que aun no hay informes,
hace que los sobre-halagadores presten sus miradas en mí,
miradas atentas y burlonas,
de rato siento una mirada y eres tú, te sientas a mi lado,
tu colonia fina pide que te voltee a ver,
te levantas, caminas de un lado a otro,
y no puedo dejar de verte,
pasada la media noche, la gente deja las apariencias
y exhiben sus modales poco refinados,
duermen en sillas adoptando poses incomodas
acompañadas de sonidos raros,
yo no duermo, tu tampoco,
el silencio no es incomodo, de hecho es reconfortante,
de nuevo la enfermera enfurecida toma una lista y
con su voz aguda despierta a todo mundo
con su voz aguda femenina,
-familiar de la señora bla bla bla-
-familiar del señor bla bla bla-
pocos son los afortunados,
muchos pelean con las enfermeras que de algún modo enfadan a la gente poco paciente y sugestionada con el servicio,
te veo comer, te veo caminar, te veo hablar incansablemente por teléfono,
y pienso en mil excusas por las que debo alejar mis ojos de ti,
pero no puedo dejar de verte ,
casi son las 2, la mayoría de la gente duerme,
tu casi sucumbes al sueño, veo salir a Juli con mi madre
les doy un abrazo y estamos listos para ir a casa,
en eso volteo a verte y veo que me observas,
te levantas y dices,
- ¿es tu hermana?
-amm, si, ¿a quien esperas?
-a mi mama, es que se cayo
-oh, espero que este bien
-gracias, oye ¿te acuerdas de mi?
-claro
-(sonríe) haber que día nos echamos unos drinks
-vale, estaría
-ok, este es mi teléfono
-ok, yo te llamo, me dio gusto verte
-(sonríe) si, se nota
-bye
-bye
vuelvo con mi madre y me pregunta
-¿quien es?
-es Brenda, de la secundaria, ¿la recuerdas?
-a si
-ok, ya vámonos
camino a casa pienso si te hablare o no,
carajo, creo que tragarme mis palabras me sabra a "EXTASIS"...

2 comentarios:

Sybila dijo...

jejej, ¡hábleleeeeeeeeeeeeeee!

Lo peor que le puede pasar es que de verdad se de cuenta de que le gusta lo plástico.

Y si ya se dio cuenta, pues ¡hableleeeeeeeeee!

Saludos

Unknown dijo...

Vanidades, oh perversas vanalidades...

a veces son inevitables.