lunes, 31 de enero de 2011

Lágrimas de Cristo




Esperaba su llamada mientras miraba la TV, saltaba de canal en canal buscando sexo ò discusiones políticas, algo que verdaderamente fuera importante y del cual pudiera sacar provecho, eran las once y dieciséis y mi pulgar presionaba el botón + channel impacientemente, detenía la poca atención que me sobraba de esperar un zumbido de mi móvil en infomerciales para bajar de peso y tornear mi figura con un milagroso diseño de unas zapatillas que me despegarían unos buenos 10 centímetros del piso, aunque, de antemano sabia que nunca compraria nada por TV, en mi cabeza me imagine por la calle calzando horrendo artefacto, me dije "prefiero mis viejos botines de zara, esos si tienen clase", tanta era mi impaciencia que culpaba algún desperfecto en la señal de mi móvil para así tranquilizarme un poco cada que revisaba su pantalla, eran ya las once y veintidós y la impaciencia me creció 6 minutos mas, opte por apagar el televisor y comenzar a "encaminarme" poniendo música y fumando unos cigarrillos que alguien me regalo traídos de tierras lejanas, la nevera estaba tan llena como yo de paciencia, solo un envase de leche seguramente descompuesta le hacia compañía a un par de limones verdes y pequeños, "mi yonkie favorito" tocaba It Never Entered My Mind, y yo apagaba las luces de la sala y me senté de espaldas al reloj de la pared después de haberle extraído las baterías, solo quedaban "charcos" en la improvisada cantina, no mas de dos tragos de Vodka, Anís , Amaretto y Brandy, (señalo su primera letra mayusculamente por ser sustantivos propios, eran mis cuatro amigos de la noche y merecen ser señalados como tal), apague el móvil y me tumbe a mis anchas seducido ante mis amigos y sus cuerpos ligeros como el de un caballo que galopa a rumbo fijo... para cuando la impaciencia volvió a mis manos y Chet Baker había dejado ya de tocar urge la mirada en mi reloj detenido y lo observe quieto a las once y cuarenta y ocho, mi pulso se levanto alarmado, estaba citado a las 12 en punto a la puerta de "El Gallo De Oro", rápido busque mi abrigo y salí corriendo del apartamento, para cuando me entere con certeza de la hora eran ya la una y tres minutos, el taxista amablemente intentaba establecer charla, preguntando de mi destino, de mi trabajo, del futuro, pensé que seria un buen orientador vocacional, pero la mayor parte de mi cabeza elaboraba una excusa creíble para con la chica que, según yo, me esperaba.
Tengo la capacidad, o mejor dicho, la habilidad de herir a las personas, al llegar le vi recargada sobre la pared, fumando y temblando de frió, eres un cabrón Ernesto, te eh estado llamando al móvil y no contestas, te juro que nose porque te soporto tanto estas groserías... , la mejor excusa que se me vino a la mente fue sonreír y decirle que mejor me hubiera esperado dentro, que no se preocupara que ya estaba ahí, la tome del brazo y le abrí la puerta, ella se detuvo y al voltear a verle sus ojos estaban hipnotizados, su mirada un tanto perdida y unas lágrimas corrían por las mejillas, extracargadas con agua de mar y una que otra ola revolcada, le eh dicho, ¿que tienes? lo mas compasivo y tiernamente posible que me dejaba la impaciencia, ya con un paso dentro de la cantina me dijo, perdoname, perdoname Ernesto, es que estoy muy sensible; sentí como si una cubeta llena con agua y hielo me recorría la cabeza, pasando luego por mi garganta y terminando en mi estomago, menos mal que mi estomago es duro como mi cabeza, de lo contrario hubiera vuelvo el estomago al escuchar aquello, coño, joder, ¿que es lo que te traes?, la miraba fijo a los ojos y su pupila era tan profunda que ignoraba que era lo que miraba en mi rostro tanta curiosidad... llevame a otro sitio, decia, todo esto me esta dando un mal viaje, las olas de sus ojos arrojaban cuanta agua podían a la playa de sus mejillas, varando así el "rimel" y pestañas ahogadas por la turbulencia. Tomamos un taxi de vuelta y la oscuridad de mi sala le reconforto, ya con mas calma y ella dormida urge en su bolso...

solo le faltaba un chile y una cebolla para hacer de ella una salsa...




















ya de día, mientras bebía café le observaba dormir esperando el momento que sus ojos dejaran de mover sus párpados aun cerrados, entre sueños le pregunte que porque traía tantos "ajos", ella me ha dicho que solo se comió uno, los de novedad, lágrimas de cristo...

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto de las expectativas ya cansa, las citas son complicadas, por ahí si hubiera más de dos integrantes sería más simple desde el comienzo y uno amanecería mejor acompañado, de buen humor; de todas formas, es una fuente de inspiración y mal gusto.
Qué bueno leerte, ya necesitaba una actualización como para aliviar mis tensiones oculares, qué feas tensiones esas.

vientos de cambio dijo...

arrancamos con miles, con los amigos noctámbulos en mayúscula y de pronto ella comiendo un ajo, sensible.
clap clap!
saludos, s.-

Trejo dijo...

estoy avergonzado, lo mejor sera que deje de escribir, perdon pero el error a sido mio, no es Miles, es Baker...

PD......

Anónimo dijo...

No, no.
Tenemos que ser escritores; no me dejes sola en esta turba de humanos optimistas por favor, gracias.

Trejo dijo...

No hay de que preocuparse, soy pura "baba de perico", de lo unico que hay que tener cuidado es de escribir.
Escribir causa adiccion al tabaco, a la bebida, al amor, a los sueños frustrados, a las novelas, a buscar aventura y otros tantos transtornos psicologicos.


Un abrazo

Trejo dijo...

PD. eso no me lo perderia por nada del mundo

Anónimo dijo...

E. Trejo sos un Cristo moderno. Me ausentaré por un tiempo, pero pasaré por acá en busca de lecturas nuevas.
Si uno de estos días abandono blogger será para colgar mis cosas en algún sitio menos frecuentado y donde nadie me lea, pero te darás por enterado , eso seguro.
Hasta pronto.

roma m dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

mandame mail a yahoo porque perdi tu dire
rom