cuando uno se las a jugado en situaciones idoneas a la libertad,
pasajeras, románticas, sin compromiso y de entrega total,
uno, ya no se fía del amor, se alerta, se advierte el desastre
y puede uno salir bien librado, se alardea y incluso se llega
a adquirir cierto respeto por ello, pero, uno ya esta pervertido
y si alguien llega, alguien que te sepa abordar, y de justo donde
creías estar curtido de toda intención amorosa, es entonces
cuando estas perdido, acosado como un roedor y todo se resume
a solo 2 opciones, o huyes o mueres.
Pues bien, esta vez si moriría de amor.
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1 comentario:
Gigante
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